Una de los motivos por los cuales el país está hecho trizas en lo social, se debe a que personas que tendrían que estar encerradas en la cárcel o en institutos neuropsiquiátricos andan sueltas en la calle como si nada.
Es el caso del tristemente famoso Johan Daniel Calderón (25), alias El Polaco, quien después de protagonizar un sin fin de hechos delictivos, y que no guardan relación con las reglas básicas de convivencia ciudadana, continúa gozando de libertad.
Ayer a la mañana volvió a hacer de las suyas, en este caso en el edificio donde funciona el área de Desarrollo Social de la comuna, en calle Córdoba.
Ingresó a la dependencia profiriendo toda clase de insultos contra el personal, en reclamo de un bolso de mercadería, el cual se le entregó el martes pasado.
Fácil fue notar para los municipales que lo atendieron que el «Polaco» estaba bajo los efectos de algún estupefaciente.
Antes de la llegada de la policía, el joven se fue, no sin antes hacerle pasar un pésimo momento a los empleados que trabajan en el edificio.