Por el Dr. Adrian Reche* – En medio de una de las crisis sociales, económicas y sanitarias más oscuras que nos tocó atravesar en décadas, Mendoza dio la última semana uno de los signos de madurez política más sólidos de los últimos tiempos.
En el debate por el presupuesto 2021, las ideologías no quedaron de lado, sino que dieron la discusión justa (y a veces excesiva en el uso de adjetivos, es cierto), profunda y seria que la sociedad entera reclama de nosotros, sus representantes.
Porque esa es nuestra labor, buscar la manera más idónea para mejorar la situación de la gente que nos votó y de la que eligió no hacerlo, sin importar el partido al que pertenezcamos. En resumen, trabajamos para Mendoza, no para los partidos.
Atravesando esta severa crisis que amenaza al mundo entero, Mendoza y el gobernador Rodolfo Suárez demostraron que es posible soportar los embates más duros, aún cuando las condiciones sean adversas.
Se hizo desde el principio, y se hace hoy todo lo humanamente posible para sostener a un sistema sanitario que lleva meses tolerando un profundo estrés, pero que no da su brazo a torcer y que no deja a ningún vecino sin la atención adecuada.
Aunque tristemente nos toca conocer a diario el fallecimiento de algunos de los nuestros, podemos afirmar que ningún mendocino murió por no tener una cama o por falta de espacio en una terapia intensiva.
Mientras tanto, cuando la recaudación cayó a niveles récord y la inflación le gana cada semana un poco más al salario de los trabajadores, el gobernador y todo su equipo siguen buscando hasta la última alternativa y agotando todas las instancias necesarias para mantener al sistema económico en funcionamiento, incluso cuando ello implicó pararse más de una vez en la vereda de enfrente con las disposiciones nacionales.
Nunca se trató de economía sobre salud, sino de entender que ambas iban de la mano.
Eso fue lo que se buscó prevenir para un 2021 que sabemos bien, no será fácil para ninguno.
Inyectando un capital importante para el reinicio de la obra pública en toda la provincia, con la consecuente generación de puestos de trabajo directos e indirectos para Mendoza.
Para eso era necesario endeudarse, una palabra que, aunque suene algo desagradable, era la única alternativa posible. Asimismo, refinanciar un año más la deuda previa y conseguir una mejor tasa de interés, era una condición indispensable.
Felizmente, hoy hay que resaltar el trabajo realizado por la mayoría de los legisladores de Mendoza, sin distinción de partidos políticos. Porque quedó demostrado que con diálogo, consenso y sin mezquindades partidarias, se puede llegar a un acuerdo que en definitiva busca lo mejor para nuestra provincia.
Con estas herramientas, Mendoza podrá crecer y tendrá importantes obras, pero sobre todo podrá utilizar el roll over, herramienta de refinanciación que suena lógica, pero en los últimos años ha estado siempre en tela de juicio.
Queda claro que el gobierno provincial apunta a la modernización y bienestar de los mendocinos de todos los departamentos, sin importancia de color político gubernamental.
Es por esto que hoy aplaudimos el diálogo que se pudo tener con la gran mayoría de la oposición en ambas cámaras -Diputados y Senadores- y, obviamente, esperamos que estos canales de comunicación y trabajo continúen. Nuestro trabajo no es con los partidos, es con los mendocinos que merecen vivir cada día mejor, con una dirigencia política madura pero no rancia y contaminada de viejas prácticas que ya demostraron no hacernos bien como sociedad.
* DIPUTADO PROVINCIAL SANRAFAELINO – FCM