San Rafael ha vuelto a ser una de las niñas mimadas de la Feria Internacional de Turismo que hasta el martes se realiza en el predio de la Sociedad Rural de la Ciudad de Buenos Aires.
No es el stand más grande y tampoco el más lujoso (ese privilegio lo tienen algunas provincias y países reconocidos mundialmente por su turismo), pero la calidez en la atención y las novedades y sorpresas que presenta este año San Rafael, lo convierten en uno de los elegidos por el público porteño.
La vedette en esta ocasión es el jamón crudo con pan casero, acompañado por un vasito de los mejores vinos de las bodegas locales que participan en esta nueva edición de la FIT. El acceso a las aceitunas, ciruelas secas y otras exquisiteces, demandan largas filas frente al stand, contratado gracias al esfuerzo compartido de empresarios privados y el municipio.
El espacio de 63 m2 muestra un salón vip, barricas para degustaciones, un sector de exposición de vinos, una pantalla gigante de led y un amplio living con paquetas mesas y sillas para el relax de los invitados.
“Durante mi gestión visité muchas veces San Rafael y cada vez lo encuentro más lindo; se construyen paseos y plazas, nuevos hoteles y complejos turísticos que contribuyen a posicionar al destino como uno de los principales de la Región Cuyo y uno de los más fuertes de la República Argentina”, aseguró el Ministro de Turismo de la Nación Enrique Meyer quien se dio una vuelta por el stand para saludar viejos amigos.
La atención en los cuatro días de feria está a cargo de dueños de hoteles, cabañas, restaurantes, empresas de turismo aventura y responsables de la Dirección de Turismo.
Cada uno tiene su rol asignado: unos reparten folletería, otros explican con lujo de detalles las bondades de las bellezas paisajísticas, un grupo se encarga de contentar el estómago de los visitantes, y las promotoras sirven vino sin parar.
En el plasma gigante se reproducen imágenes de los principales destinos turísticos: circuito de Ciudad, Valle Grande, Cañón del Atuel, Los Reyunos y El Nihuil. Otro de los grandes atractivos de San Rafael 2014 será el paso de las camionetas, cuatriciclos, motos y camionetas del Dakar.
Colaboran con la tarea promocional y “comunitaria”, la Reina de la Vendimia Elina Tapia, la Virreina Macarena Cerezoli y la flamante soberana provincial de la Nieve, Noelia Acevedo.
“Los conocimientos turísticos que hemos adquirido en estos meses de reinado se los transmitimos a los turistas, que están fascinados con la variedad de paisajes que tiene nuestro departamento”, expresó Elina.
A diferencia de anteriores ediciones, ya no se hace tan difícil “vender” el destino turístico San Rafael. Casi todos tienen un familiar o amigo que visitó el Corazón de Mendoza o algún adolescente que disfrutó su viaje de egresados en el Valle Grande o Los Reyunos.
“Atendemos el stand porque amamos San Rafael y pensamos que nadie puede contar mejor que nosotros la belleza que encierran nuestros ríos y lagos, la imponencia de las montañas, la variedad y calidad de la hotelería, aparts y cabañas y la adrenalina de los deportes de aventura”, señaló el Presidente de la Cámara de Turismo, Cristian Draghi. En su primera experiencia al frente del organismo, resaltó el espíritu de camaradería y participación de sector que masivamente concurrió al evento turístico más importante de latinoamérica, que convoca anualmente a más de 100.000 personas.
Cada vez son más los operadores turísticos que se suman a la Feria Internacional de Turismo: Esta vez llegaron a la Sociedad Rural más de 60 sanrafaelinos.
“El boca a boca y la recomendación, como si fueran palabras sagradas, son nuestra principal promoción turística”, expresó uno de ellos que, por unas cuantas horas, cambió su rol de empresario por el de promotor de San Rafael.
Es que cuando no hay mucho dinero para hacer publicidad en los programas de televisión con más rating de Buenos Aires, la creatividad y cordialidad son herramientas más que eficientes.
En todos los reportajes el nombre de Andrés Chiaradio (ausente con aviso por enfermedad) fue mencionado como el de uno de los grandes impulsores de la «invasión» del sur mendocino en Buenos Aires.