La foto habla por si sola. Un señor, sentado en su escritorio, durmiendo plácidamente.
La gente que pasaba frente a la oficina, ubicada en el ala norte del primer piso de la Municipalidad, lo miraba atónita. Hasta que un contribuyente que había visitado el palacio comunal para realizar un trámite -muy enojado- sacó su celular y eternizó el sueño del empleado.
Luego pudimos saber que el hombre es ingeniero y se desempeña bajo la órbita de la Secretaría de Obras Públicas.
Ojalá que el motivo de su «modorra» haya sido el haber dormido poco o nada la noche anterior, y no un problema de salud.
Igualmente la imagen, obtenida la mañana del 22 de febrero, no es demasiado estética en dependencias de un organismo público. Esperemos no se repita, para no dañar el prestigio de la comuna y sus trabajadores.