La cárcel no regeneró al estafador Walter E. (mantendremos su apellido en reserva por cuestiones legales, hasta que avance la investigación).
Hace algunos años estuvo preso por estafas múltiples: Prometía créditos millonarios sin ningún requisito a cambio de unos miles de pesos, y en otras maniobras delictuales dijo ser gestor del IPV para la obtención de casas por un «pequeño» canon.
Salió de prisión, y en lugar de conseguir un empleo formal sigue «cagando» gente.
PROMETIO DOS MILLONES A UN MATRIMONIO
Ahora fue el turno de al menos un matrimonio, quien vio un aviso en Facebook que solicitaba caseros. Llamó al teléfono de referencia, siendo el «empleador» Walter (aunque dio otro apellido que no es el suyo), quien dijo que era para cuidar una casa quinta con un sueldo de $15.000 por mes, más la disponibilidad permanente de un auto.
Días después, el estafador los citó en un domicilio de calle Uriburu al 1400, donde en la entrevista les dijo que él era un importante empresario, y que había cobrado un préstamo de 6 millones de pesos, a la vez que les ofrecía (¡que generoso que es!) 2 millones de esa cantidad, que le iban a llegar el 11 de julio.
Claro está, a cambio les pidió que de manera urgente les consigan 30 mil pesos, para pagar el sellado de la operación.
Finalmente, acudiendo a préstamos y familiares, la pareja consiguió el dinero y se lo dio a Walter, pero recién a las horas se dieron cuenta que se podía tratar de una estafa, por lo que hicieron la denuncia policial.