Lo que parecía ser un accidente de tránsito más, terminó por denigrar una vez más la institución policial por culpa de uno de sus miembros, que ya debiera ser exonerado de la fuerza.
A las 10:30 de la mañana de ayer, César Gabriel Lozano (35) circulaba con su moto por calle Ejército de Los Andes, cuando fue atropellado por una camioneta Volkswagen Cross Fox.
Extrañamente, en lugar de parar y asistir al motociclista herido, el conductor de la chata intentó darse a la fuga, ingresando al callejón Miguel Martín de Pobre Diablo, sin percatarse que el mismo no tiene salida.
Esto despertó la ira de los testigos del siniestro vial, quienes rodearon la Cross Fox y obligaron a su propietario a salir de la misma, como así también a sus acompañantes, dos hermanos de 27 y 29 años, uno de los cuales fue golpeado por los vecinos.
Allí comprobaron, tras quitarle la documentación, que se trataba de un policía, que se encontraba de franco.
Para peor, al ser requisado el vehículo, en su interior se encontró botellas de cerveza y fernet, lo que hizo presumir a los presentes que el auxiliar Fernando Toledano (31) estaba ebrio al momento del accidente, puesto que antes de atropellar a la víctima había realizado una extraña maniobra, propio de una persona que no estaría en sus cabales.
Los mismos vecinos, enardecidos, realizaron una suerte de piquete en el lugar, quemando cubiertas, hasta que llegó personal de Infantería, que salvó al afectivo que trabaja en el CEO de una segura golpiza.
Toledano está detenido en la Unidad Investigativa en calidad de incomuncado, hasta que el miércoles declare ante el fiscal de Instrucción.
Por su parte, Lozano permanece internado luchando por su vida en la sala de terapia intensiva de la Policlínica Privada.