Algunos obreros de Camiletti que se encuentran trabajando en el Paseo Chile, se deshacen diciéndole un glosario de groserías a cuanta chica bonita pasa por el lugar.
Sabido es que esas actitudes, en el fondo, tienen que ver con una homosexualidad latente. Igualmente no estaría mal que las autoridades de la firma hablen con estos muchachos o los sancionen, pues en definitiva son la cara visible de la constructora.