Ayer a las 11 de la mañana, un llamado al 911 alertó sobre la presencia de tres sujetos, encapuchados y con palos, en una vivienda sin moradores de San Martin al 800 de nuestra Ciudad.
Personal de Motorizada los interceptó cuando se descolgaban de una medianera, por lo que fueron detenidos.
Los cacos eran tres, uno de 16 años, que terminó en la Comisaría del Menor, y dos de 23 y 24 años, quienes fueron trasladados a la Comisaría 8va.
Mientras se encontraban alojados en el hall de la dependencia, los sujetos, que estaban esposados, se dieron a la fuga.
Ni bien los agentes que estaban en el lugar se percataron del hecho salieron en búsqueda de los malvivientes, sin que hasta el momento se haya dado con los mismos.
¿POLICIAS COMPLICES?
Fácil sería para este medio caer pesadamente con la crítica a los policías que custodiaban la comisaría, pero la realidad es que el personal es más que insuficiente, y si bien estos descuidos no deberían existir, son casi obligados por la falta de recurso humano.
Los efectivos terminan por hacer trabajo administrativo, y otras tareas que nada tienen que ver con la función que la sociedad espera de un uniformado.
Vale decir que hay noches donde quedan apenas dos o tres efectivos de guardia en una comisaría, con el descalabro que eso puede llegar a significar.
Ya tuvimos el año pasado el ataque a dos mujeres en la Comisaría 32, que se resistieron a que un solitario malviviente les robara el arma reglamentaria.