A pedido de la comunidad educativa de la escuela Iris, el intendente Emir Félix se acercó a las instalaciones de Alsina y Bombal, donde se comprometió a brindar ayuda para que se pueda superar la compleja situación económica y edilicia que los tiene a maltraer.
La institución trabaja en 2 turnos con una matrícula de 100 niños con discapacidades y familias de muy bajos recursos. La situación se torna preocupante porque la provincia, desde el mes de noviembre, no abona los subsidios y, si no fuera por aportes solidarios de la gente y la buena administración que hacen las directivas de los pocos fondos que van recaudando, las cuentas ya estarían en rojo.
Ante la falta de esta ayuda, Félix gestionará ante el gobernador Alfredo Cornejo y las autoridades del área de Desarrollo Social, la normalización de la entrega de fondos.
AMPLIACION DEL EDIFICIO
Debido al gran crecimiento de la matrícula, las responsables de Iris se han propuesto ampliar el edificio, para que los chicos desarrollen sus actividades en un lugar confortable y acorde a sus discapacidades.
Gracias a aportes privados, rifas y bingos, se logró iniciar la obra, pero los elevados costos de los materiales de construcción complican su continuidad.
Como no hay dinero para pagar a los profesionales, las reparaciones menores como pintura de paredes, puertas y plomería, suelen ser hechas por las maestras del colegio.
«El Intendente los ayudará con un subsidio municipal para que siga la construcción y con material didáctico para la estimulación de los alumnos», señaló la concejal Cristina Da Dalt, que acompañó al jefe comunal en la recorrida.
«Los chicos son de condición muy humilde, muchos llegan de los distritos acompañados de sus padres, quienes -por la distancia, lo caro del boleto de colectivo, o la falta de frecuencias- pasan largas horas de espera en la institución o haciendo tiempo hasta que suene el timbre de fin de clase», añadió la edil sanrafaelina.
Si bien Iris es considerada una escuela privada, las familias no pueden colaborar monetariamente y mucho menos pagar una cuota. Las directivas, docentes y celadoras no quieren saber nada con irse a dar clases a una escuela mejor y con menos complicaciones. Prefieren este trabajo a puro pulmón y por amor a los niños.