La ex auxiliar de policía Gabriela Ivana Rodríguez (35), y su amante Marcelo Rodríguez (28), de profesión taxista, quedaron en libertad, luego de haber permanecido detenidos más de 10 meses por el robo a la sucursal de Cambio Santiago, ubicada en la primera cuadra de Av. Libertador.
El juez Pablo Peñasco, del segundo Juzgado de Instrucción, había caratulado la mediática causa como «robo agravado», pero la Cámara de Apelaciones (a cargo de los jueces de la Segunda Cámara del Crimen) modificaron la carátula a robo simple, que tiene una penalidad mucho menor.
La diferencia entre un delito y el otro es el uso de un arma de fuego. Es decir, al gerente de Cambio Santiago, donde se produjo el ilícito, lo hicieron abrir el local y la caja fuerte bajo amenaza de palabra, y no con la utilización de un revólver o cuchillo.
EL CASO
En agosto pasado, la pareja de amantes se había llevado casi 500 mil pesos de la sucursal local de Cambio Santiago, luego de sorprender al gerente cuando ingresaba a su departamento del edificio Mur de calle San Lorenzo.
Desde allí lo llevaron amenazado nuevamente al local, el que tuvo que abrir ya que había culminado el horario de comercio, y se alzaron con una gran cantidad de pesos y moneda extranjera.
Cámaras de seguridad ayudaron a identificar a la parejita, que desde hacía un tiempo estaba saliendo, pese a que el taxista estaba en pareja con otra mujer (ella tiene tres hijos pero está separada).
Tres días después fueron sorprendidos en el hotel «Alhajambra» de la vecina provincia de San Juan, con 95 mil pesos, 2.400 euros y 511 dólares. Además, ella se había cortado el pelo y se tiñó de rubio, mientras que el taxista se hizo unos claritos en el cabello.
ANTECEDENTES
La auxiliar de policía no era ninguna «santa». Primeramente fue denunciada por tres efectivos por haberles cobrado mil pesos para que hiciera uso de sus presuntos contactos en la fuerza, para que no sean destinados a Mendoza, pues eran jóvenes recién recibidos.
Esa causa, que está en manos del juez Gabriel Ravagnani, sigue en investigación (la joven se negó a declarar en dos oportunidades), y como medida preventiva el Ministerio de Justicia y Seguridad decidió el traslado de Rodríguez a dos dependencias del Gran Mendoza. Es más, en la última citación del juez (15 días antes del robo) la efectivo no asistió, por lo que fue llevada a Tribunales por la fuerza pública.
Una vez en Mendoza la mujer, lejos de hacer buena letra, llamó la atención de sus superiores al no presentarse a trabajar, llegar a cualquier hora y no obedecer órdenes.
Tal es así que volvió con destino a San Rafael, más precisamente al CEO, donde tampoco llegó a concurrir, ya que presentó una licencia por problemas psicológicos.
GERENTE DETENIDO Y LIBERADO
Luis Bonfanti, gerente de la casa de cambio, estuvo sospechado de haber participado del robo en complicidad con los Rodríguez, por lo que estuvo detenido unas horas, aunque el juez terminó descartando esa hipótesis, previo pago de fianza de 200.000 pesos. Vale decir que ya se le dictó el sobreseimiento definitivo.