La recesión llegó al turismo: Apenas un 74% de ocupación, y encima sin río… ¿Por qué nos «jodemos» todos?

San Rafael aereo
Los prestadores turísticos se quejan, y no es para menos. La temporada invernal, hasta ahora, es un fracaso.
Ya culminaron las vacaciones 7 provincias el último viernes (Córdoba, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Fe y Tucumán); otras tantas terminan mañana (Catamarca, Corrientes, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Misiones, San Luis, Santiago del Estero y Tierra del Fuego), mientras que en Buenos Aires, Capital Federal, Chaco y Santa Cruz las mismas finalizan el viernes de la semana próxima.
Las primeras dos semanas, desde el 7 de junio hasta el domingo 20, el promedio ocupacional apenas alcanzó al 49%; en tanto en lo que va de la semana (ya en vacaciones turistas porteños y bonaerenses) el número mejoró, pues subió la ocupación al 74%. No obstante es un porcentaje mucho menor a los registrados en años anteriores, donde se superaba el 90%.

NUEVAMENTE SIN RIO
Tal como ocurrió el año pasado, la Sub Delegación de Aguas del río Atuel hizo caso omiso al pedido de los prestadores turísticos, de habilitar el cauce por unas horas (aunque sea dos o tres veces por semana) para bajadas de raffting.
Este también es un factor determinante entre quienes deciden hacer turismo de montaña, por lo cual -a sabiendas de la corta- deciden otros destinos.

TODOS NOS PERJUDICAMOS
Hay quienes todavía no entienden que se benefician todos los sectores de la economía con la llegada de turistas, no solamente el prestador turístico.
Los visitantes compran en kioscos, puestos de diarios y revistas, casas de regionales y tiendas de ropa en general. Van a las confiterías, restaurantes, cines, museos y cargan combustible en nuestras estaciones de servicios.
Al mismo tiempo, los hoteles y cabañas ocupan más personal. Luego invierten en ropa de cama, juegos de baño, cortinas, colchones, mobiliarios, etc., que compran en nuestros comercios.
Si tenemos en cuenta que este año la producción dejó muy poco en el departamento, que las industrias agroalimentarias están casi paralizadas, y que el turismo funciona a media máquina, el resultante será un incremento mayor aún de la recesión. ¡Dios nos ayude!!!

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