Nuevamente una docente y locutora debió retractarse en los tribunales por difamar a un vecino de San Rafael.
En este caso, la víctima fue nuestro colega Carlos Simón, a quien la señora Bibiana Deolinda Toledo le dedicó un artículo acusándolo de recibir plata por parte del intendente Emir Félix para «difamarla» en el diario Los Andes, donde Simón trabaja hace más de 30 años.
Primero lo hizo en su página web, y luego a través de una solicitada (que le costó más de 35 mil pesos) en el centenario medio gráfico.
La mujer, pese también a la gran cantidad de denuncias que tuvo en la DGE (por distintas razones ligadas al uso malintencionado de su cuenta de Facebook), sigue ejerciendo como docente en escuelas de nuestro medio.
YA FUE CONDENADA
Recordemos que Toledo fue condenada por la Justicia Federal de Mendoza en una causa que se le siguió por “desobediencia judicial”.
Si bien Toledo zafó de la prisión efectiva, desde abril pasado está realizando tareas comunitarias por dos horas semanales en el Instituto Alfredo Bufano; además, debe donar todos los meses un total de 15 litros de leche larga vida al hogar “Carita Feliz” de El Molino.
CAUSAS POR INJURIAS
En cuanto a las demandas por injurias, Toledo se ha retractado al menos en cuatro oportunidades (siempre utilizando la Defensora Oficial de Pobres y Ausentes), en los juicios iniciados por el ex director de Cultura, Guillermo Romano; el concejal Pedro Serra; el fallecido empresario Oscar Russo, y ahora el caso de Simón, quien fue uno más del largo listado de periodistas, funcionarios y empresarios que cayeron en la pluma de cloaca de una mujer que utiliza la red social Facebook con el propósito cuasi exclusivo de injuriar y calumniar a vecinos del departamento.
Otras causas, como las que iniciaron el director de Recursos Humanos de la Municipalidad, Raúl Giannone, y el periodista Alejandro Dell Orbo, prescribieron por la lentitud de la justicia Correccional.
Pese a sus antecedentes, Toledo sigue subiendo la apuesta en su muro de Facebook, mofándose de quienes la demandaron, y destacando falsamente que fue sobreseída de los cargos imputados, cuando dicho sobreseimiento se dio en el marco de las distintas retractaciones que hizo en sede judicial (frente a sus «víctimas»), y en las redes sociales que opera.
Recordemos también que para evitar una condena, en abril pasado, no asistió a uno de los juicios, y se profugó a Chile a la espera de la prescripción de la causa.
Luego de dicha prescripción retornó al país, y caducó también el pedido de captura que pasaba en su persona.
Cabe preguntar a las autoridades de la Dirección General de Escuelas, ¿en manos de quiénes dejan la educación de los niños sanrafaelinos?