Un llamado mentiroso al 911 derivaría en un hecho gravísimo que casi le cuesta la vida a efectivos policiales.
Del otro lado del teléfono, una voz alertaba sobre una riña en callejón El Pedregal de barrio El Molino.
Hasta allí acudió un móvil, y algo más demorados, otros dos de apoyo.
Al arribar el primer patrullero de Motorizada, desde atrás le llovieron un sinfin de piedras y cascotes, algunos de los cuales le acertaron a la unidad. Pero eso no es todo, de la oscuridad salió un sujeto portando un arma de fuego, el que comenzó a disparar contra los policías.
Por fortuna ninguna de las balas dio contra los uniformados, aunque si sobre el móvil y otro más que llegó atrás.
A los efectivos no les quedó otra que huir del lugar de la agresión sin detener a nadie, pues era una pelea desigual, donde los delincuentes pueden tirar con balas de plomo, mientras que los policías no, debido a que si matan a alguno de los agresores terminan presos, como le ocurrió al agente Darío Gonzalez.
La causa fue caratulada como daño agravado y abuso de arma.