Durante toda la semana pasada nos instalamos frente al Colegio del Carmen, sobre calle Cte. Salas, para observar el comportamiento de los conductores que violan la ley vial, estacionándose por varios minutos en doble fila, a la espera de la salida de sus hijos del establecimiento escolar.
Algunos llegan hasta 20 minutos antes; esperan dentro del vehículo o se bajan a «chusmear» con otros padres que aguardan en la vereda, todo esto en perjuicio de los automovilistas que circulan por el lugar y terminan por atascarse producto del alto tránsito en la zona.
Una de las cosas que pudimos comprobar es que son los mismos de siempre los malos automovilistas.
Entre otros recurrentes se cuentan los dueños de una Tracker blanca, un BMW negro, una camioneta Hilux blanca, una Range Rover, y una Toyota Rav gris con dibujos en sus laterales.
¡NADA LE IMPORTA A ESTA GENTE, SÓLO SU COMODIDAD!, pues a esa hora (13:20) hay estacionamiento en todos los alrededores, y ya no se necesita tarjeta para aparcar.
Mientras tanto, tanto las autoridades del Colegio como la Policía Vial en nada interceden para que esto no vuelva a suceder.