Tras siete allanamientos realizados el lunes a la tarde en la Isla del Río Diamante, cayó uno de los presuntos autores de los disparos que acabaran con la vida del delincuente Mauricio Orellano.
Se trata de Claudio Sepúlveda, el dueño del Renault 12 incendiado horas antes por la víctima y unos parientes, lo que explica el móvil del crimen.
En los procedimientos se secuestró un pistolón (presuntamente una de las armas utilizadas para el crimen), y un Peugeot 405, en que se movilizaban los imputados.
También había orden de captura para otros dos sujetos, pero no fueron ubicados en los operativos. Sin embargo, el miércoles a la mañana Sandro Sepúlveda (primo del anterior) y Brian Olivarez se presentaron en dependencia judicial por sus propios medios.
Inmediatamente, el juez Gabriel Ravagnani dispuso el traslado de ambos a la cárcel, junto a Claudio Sepúlveda.
De esta forma quedaría esclarecido el crimen, aunque aún los efectivos tienen algunos baches en la investigación.
Vale resaltar que el trío de aprehendidos tiene un largo prontuario.