Un hombre de 30 años murió carbonizado ayer al mediodía en una vivienda de nuestra zona rural cuando aparentemente sufrió un ataque de epilepsia. Al parecer, el fuego de una hornalla sobre la que calentaba una pava le consumió la ropa y luego la vida.
Voceros de la policía indicaron que la horrenda muerte se descubrió a las 12 en una casa ubicada en el callejón Gómez, a metros de calle Centenario del vecino departamento de Gral. Alvear. Allí vivía Horacio Ernesto Anzorena, a quien el dueño de la finca le había prestado un lugar donde cobijarse.
Cuando los policías de la comisaría 14 de Alvear llegaron al lugar, alertados por Ezequiel Garrido -el propietario de la vivienda- encontraron el cadáver del joven recostado sobre una mesa.
El cuerpo estaba carbonizado, según confiaron fuentes policiales. Al llegar a la tétrica escena, los médicos de la ambulancia 5 del Servicio de Emergencias Coordinado, sólo pudieron certificar que Anzorena estaba muerto.
De acuerdo a las primeras averiguaciones, la víctima sufría “continuos ataques de epilepsia”, según indicaron las fuentes.
Los sabuesos estiman que en medio de uno de esos ataques, Anzorena retiró la pava de un anafe. Pero comenzó a convulsionar, por lo que no pudo controlar sus movimientos. Suponen entonces que su ropa tocó el fuego despedido por la hornalla y las llamas ganaron todas las prendas del joven y luego su cuerpo.
Agonizando, el hombre cayó sobre la mesa donde fue hallado y falleció a causa de las gravísimas quemaduras sufridas, de acuerdo al relato oficial (Nota y fotos gentileza Radio 1 Alvear).