El cementerio de la Villa 25 de Mayo es el más utilizado por individuos que se dedican a realizar «trabajos espirituales» para realizar sus rituales.
Por la noche, aprovechando que se trata de una necrópolis de fácil acceso, buscan tierra, prenden velas, entierran «pedidos», hacen invocaciones, y efectúan distintos ritos, con el fin de beneficiar o perjudicar personas. Muchas veces, incluso, buscan restos humanos para dichos trabajos.

RITUAL «DIABÓLICO»
Pero lo ocurrido días atrás fue un hecho que se salió de todo contexto «normal» de esos rituales, y del cual tomó intervención la policía.
El familiar de un hombre que falleció hace 13 años, visitó la bóveda de la familia Salinas, donde está sepultado, y al llegar se encontró con el cajón abierto.
El olor era nauseabundo, pues el ataúd fue soldado antes de la inhumación. Además, sobre el cadáver, se encontraron fluidos y algunos elementos esotéricos. Pero lo más macabro del hallazgo fue que dentro de la boca del difunto habían colocado unos papeles, con distintas inscripciones.
Una comisión policial labró actuaciones por «profanación», al tiempo que personal del cementerio procedió nuevamente al cierre del cajón.
OTRA TUMBA
También supimos que se profanó la tumba de una criatura que falleció a los 15 días de vida, en la misma necrópolis.