Mandan a sus hijos a escuelas católicas, pero INCUMPLEN con los preceptos básicos del cristianismo

Colegio del Carmen
POR ALEJANDRO DELL ORBO* – Estacionar en doble o triple fila durante varios minutos, todos los días del año en que hay clase, no está bien; es una infracción vial que no solamente debe ser objeto de una multa policial, sino también de la más rígida reprobación social.
Pero para quienes intentamos todos los días, con el mayor esfuerzo posible, respetar los valores cristianos (no el dogma, que es un invento absurdo del hombre), la pena es aún mayor, pues nuestras malas acciones nos pegan como campanadas en la consciencia.
Joder a medio mundo estacionando en la mitad de la calle, cuando la estadía es prolongada y sólo por la comodidad de no caminar unos metros, DEBE AVERGONZAR a los verdaderos cristianos.
Sin embargo, es el deporte favorito de muchos papás que mandan a sus hijos a las dos escuelas católicas céntricas de San Rafael.
Las mamitas llegan 15 minutos antes de la hora de salida de los niños, estacionan sus coches o fastuosas camionetas, se bajan y se ponen a «chusmear» con otras mamás en la vereda.
Obviamente que los automovilistas que sólo circulan por el lugar para llegar a destino, deben hacer arriesgadas maniobras para pasar al carril rápido, con las demoras de rigor por el embotellamiento que generan estas/os inconscientes.

LA SOLUCION
Lo que realmente debieran hacer es buscar estacionamiento formal, en la calle o en un garage, colocar la tarjeta (en el caso que corresponda) y desde ahí caminar hacia la puerta de las escuelas, y aguardar allí a sus hijos (sobre todo para quienes tienen chicos en jardín). O bien llegar 5 o 10 minutos después de la hora de salida y -si no hay lugar para aparcar en la puerta del colegio- hacerlo en doble fila con las balizas prendidas unos segundos hasta que los chicos (que van a estar esperando vigilantes a sus padres), se suban al vehículo, trámite que no puede demorar más de 40 segundos.

LA CRUZ EN EL PECHO, PERO EL DIABLO EN EL CORAZON
Llama la atención que las autoridades del Colegio del Carmen y Maristas (ante la nula acción de Policía Vial) no hagan docencia con los padres de sus alumnos; no porque tal acción esté en la currícula de la institución, sino con el único objeto de transmitir los valores cristianos, en especial sobre el respeto al otro, y prestigiar así la entidad para la cual trabajan.
Debieran concientizar a estos «papis», en charlas grupales e individuales (o con panfletos), el NO ESTACIONAR EN DOBLE FILA.
Es más, tendrían que subir la apuesta y hacer un «trabajo de inteligencia», advirtiendo a estos inmorales conductores que podrían aplicarles el derecho de admisión a sus hijos para el próximo ciclo lectivo, si es que siguen molestando frente a la escuela con sus pésimas costumbres viales.
Quizás sea mucho pedir, pero POSIBLE PARA QUIENES QUEREMOS UN SAN RAFAEL MEJOR.
Vale decir que esta misma situación se repite en otras escuelas laicas, pero duele más verlas frente a instituciones que promueven determinados preceptos morales, y por parte de gente que, por su nivel económico, se supone debe tener más educación que el resto.

* Periodista especializado en seguridad vial.

Comentarios

comentarios

Top