Desde siempre el «gordito» ha sabido que salir a comprar ropa es sinónimo de visitar las tiendas de «talles especiales».
Algunos se sienten discriminados por ello, mientras que para otros se les hizo costumbre, y entienden que -para quien tiene un local de ropa común y corriente- no son negocios los gordos, ya que -quizás- apenas vende dos pantalones XXL por mes.
NUEVA LEY
Esta semana la Cámara de Diputados de la provincia sancionó la Ley de Talles, única en el territorio nacional.
En seis meses, cuando entre en vigencia (si es que el gobernador no la veta) los comercios que vendan prendas de vestir, deberán tener a su disposición prendas en todos los talles que marca la Tabla de Medidas Corporales.
“Todos los establecimientos comerciales y/o industriales ubicados en la provincia, cuya actividad principal, accesoria u ocasional sea la fabricación y/o venta de indumentaria para varones y mujeres, niños, jóvenes y adultos deberán confeccionar y ofertar la indumentaria que se corresponda con la Tabla de Medidas Corporales Normalizadas según géneros y rango etarios y sus correspondientes talles”, revela uno de los articulados.
De esta manera, el comerciante deberá tener en stock una variedad de ocho talles (todas las medidas), incluso aquellos que comercialicen ciertas marcas que no fabriquen todos los talles.