La expresión del titulo no es del todo políticamente correcta, pero refleja literalmente lo que pensó el conductor de este VW 1500.
A una cuadra del kilómetro cero, en la esquina de San Martín y Chile, este señor no tuvo mejor idea que aparcar en plena senda peatonal, obstruyendo la rampa para discapacitados, cuando son decenas los que transitan diariamente por allí en sillas de ruedas.
El vehículo estuvo largos minutos estacionado allí y, desde luego y para no perder la costumbre, los policías viales nunca aparecieron.
Lo más cómico es que este ciudadano hasta se salva de la multa por estacionar sin tarjeta, ya que como lo hace en un lugar prohibido los inspectores de la municipalidad no pueden actuar, sólo la Vial.