Quizás dejar a sus hijos en el cordón de la vereda le pareció muy lejos a este hombre.
O al parecer no quería que sus pibes tomen frío, o le dio fiaca detenerse en doble fila y caminar los 2 metros que lo separan de la acera para bajarle las mochilas a los niños, alumnos del Colegio Maristas.
En fin, vimos todo tipo de «salames con queso», pero como este de la Chevrolet no recordamos.
Ah, por las dudas, aunque lo dudamos… la patente del eximio conductor es GZE648, por si las autoridades del establecimiento quieren llamarle la atención, y evitar que un día pise a un pibe que camine por la vereda.