Un joven de 24 años con domicilio en calle Jensen de Las Paredes, al ver que caía granizo en seco, corrió hacia su auto y lo guardó dentro de un galpón de su propiedad.
El Ford K color azul parecía a salvo, sin embargo -minutos después- el galpón de material cocido, de unos 5 x 3 metros, se derrumbó.
El dueño del coche escuchó el estruendo y se dirigió al lugar, donde constató que la pared del costado este cayó sobre el rodado, produciendole abolladura completa del costado izquierdo, el techo, capot y parte trasera, como así también la rotura del parabrisas y la luneta.