A continuación damos a conocer un documento que hizo público la Específica de Bodegueros de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, que sintetiza la problemática del sector vitivinícola:
EL DOCUMENTO
«Los industriales y productores asociados a esta entidad, asistimos con gran preocupación y creciente desazón a la grave situación por la que atraviesa la industria vitivinícola, sin duda la peor en la última década. Creciente inflación de costos de producción y comercialización; falta de financiación bancaria y aumento en las tasas de interés en los pocos casos disponibles; asfixiante presión tributaria; concentración de oferta en los insumos más importantes: imposibilidad o gran dificultad en la importación de insumos y bienes de capital; industria del juicio laboral; eternas demoras en la devolución del IVA y reintegros a la exportación; son algunos de los problemas que aquejan a nuestra industria y que han provocado la pérdida de rentabilidad en todas las etapas de la cadena de valor. La reciente devaluación solamente tiene efectos paliativos y transitorios sobre los precios de exportación, dado que no se ataca la causa de la mayoría de los males que es la inflación; y además desató una carrera de aumentos de precios y dolarización en los insumos de todo tipo, desde la viña hasta el producto fraccionado, imposibles de trasladar al producto final sin resentir fuertemente la demanda.
Si bien las entidades gremiales empresarias han realizado innumerables gestiones ante el gobierno provincial y aún con el apoyo recibido por parte del gobernador y ministros pertinentes, no se ha logrado ningún tipo de solución a la fecha. Es por ello que desde esta entidad queremos insistir en nuestros reclamos, proponiendo actuar sobre las siguientes medidas, a fin de recomponer mínimamente los porcentajes de rentabilidad:
– Reducción de impuestos nacionales y provinciales y adecuación de aportes a COVIAR, tasas de ISCAMEN, etc.
– Reducción de precios de combustibles y energía para el agro.
– Continuidad, refuerzo y adecuación de las líneas de asistencia financiera para el agro y la industria por parte del Banco Nación y Fondo para la Transformación y Crecimiento, con reducción de las tasas de interés.
– Agilización y reducción de costos en los trámites para importación de agroquímicos e insumos enológicos para toda la cadena vitivinícola, así como para repuestos para maquinarias e implementos.
– Eliminación de las retenciones a las exportaciones vitivinícola y aceleración en los pagos de reembolsos y devolución del IVA por exportaciones. Posibilidad de compensación con impuestos nacionales.
– Reveer la formación del costo de fletes y sus componentes asociados.
– Adaptación y flexibilización de normas del INV sobre la operatoria en general.
– Reducción de los costos anuales directos e indirectos de habilitaciones municipales.
– Estudio y adaptación de las tarifas de Irrigación.
Es imprescindible que nuestros representantes en la legislatura provincial y nacional se comprometan seriamente en estas acciones teniendo en cuenta, además, que estamos comenzando una nueva cosecha y elaboración» (Específica de Bodegueros)