La avenida Vélez Sarsfield, entre Federico Cantoni y ruta 143, fue asfaltada a la altura del barrio El Molino.
Atrás quedaron los pozos y la tierra que tanto perjudicaban a camioneros, automovilistas y a los vecinos de la zona.
“No pude dormir pensando en la obra, no había día en que no debía barrer la polvareda que levantaban los vehículos, pero eso ahora ya pasó y siento que vamos a vivir mejor”, relató Carlos Oses, un comerciante de toda la vida.
Acostumbrados a la postergación, los frentistas sacan pecho y aseguran que ahora no tienen nada que envidiarle a los barrios más cercanos al centro de la Ciudad. “Tuvimos que esperar esta transformación en un verdadero barrio”, cuenta Verónica, trabajadora de la escuela Antártida Argentina.
Es que el Programa de Mejoramiento Barrial, impulsado hace unos años por el municipio, cambió sustancialmente la fisonomía de lo que era un asentamiento. Hablamos en pasado, porque la realidad actual es otra con redes de agua potable, cloacas, acequias hormigonadas, puentes, veredas pavimentadas con desagües para días de lluvia, nuevas luminarias y la próxima ampliación del parque lumínico.
SALON COMUNITARIO
Pero eso no es todo, porque falta muy poco para que los vecinos de El Molino disfruten de un amplio y moderno salón comunitario para la organización de actividades sociales, culturales y recreativas.
A su lado ya está lista la estructura que albergará la cancha de bochas, que quedará habilitada apenas se coloque el piso sintético. Esta no es una obra más, significa un antes y un después para los jugadores del club barrial, reconocidos en la provincia por sus habilidades bochófilas.
Sobre las mejoras que se notan cada día, la ingeniera Alejandra Regolini, señaló que las obras de El Molino están muy cerca de su finalización. “Se trata de un proyecto completo con obras de saneamiento, tendido eléctrico, urbanización, y una inversión en dinero que los vecinos de la zona jamás imaginaron”.
La profesional, para tranquilidad de los residentes, dijo que “todavía no nos vamos a ir, estamos revisando lote por lote para verificar lo qué nos está faltando y sea necesario completar. Vamos a seguir aquí hasta dejar todo resuelto”.
Indicó además que la semana pasada llegaron funcionarios del nuevo Gobierno Nacional para garantizar la continuidad de las obras.
Ante las autoridades provinciales se gestiona el avance en la construcción de las viviendas para vecinos que deben ser relocalizados.
POBRE DIABLO
En el barrio Pobre Diablo las obras del Promeba avanzan a paso firme. Se ejecutan tareas previas al asfalto del tramo de la avenida Vélez Sarsfield, que atraviesa ese sector en el límite con Rama Caída.
Esta ruta es la principal alternativa vehicular rumbo a los paisajes turísticos del Valle Grande y el Cañón del Atuel. Se le suma, a manera de beneficio, el descongestionamiento de la calle Cubillos y la avenida Balloffet.
Con muchos años a cuestas en Pobre Diablo, Chela aseguró que “he seguido con atención las obras, porque nunca imaginé levantarme un día y encontrarme a personas trabajando para mejorar el barrio; esta es una de las cosas más bonitas que nos pasado en la vida”.