La policía tuvo que intervenir entre dos prestadores turísticos que mantienen sendas diferencias desde hace algún tiempo.
Se trata del propietario de las Cabañas Lago Chico, y del dueño del restaurante Ecobar, que se encuentran pegados.
El primero, José Olive, llamó al destacamento para informar que su vecino Jorge Herrera le estaba tirando piedras a su propiedad, al tiempo que lo insultaba.
Al arribo de los uniformados, Herrera también comenzó a insultar a los efectivos, con todo tipo de epítetos irreproducibles, por lo que se le labraron actuaciones conforme al Código de Faltas.