El municipio y los vecinos de San Rafael avanzan con éxito en la primera experiencia de separación y reciclaje de plásticos, cartones y papeles.
En cada vivienda se reciben gratuitamente bolsas transparentes para la la separación domiciliaria.
En una (con las letras azules) se colocan los desechos plásticos, y en otra (la amarilla) los cartones y papeles.
Todo lo recolectado vuelve al sistema productivo a través del reciclaje, y no es enterrado en el vertedero La Tombina.
Se informa que, quienes no estén presentes en sus casas al momento de la entrega de bolsas, pueden ir a retirarlas gratuitamente a la calle Buchardo 1570.
Los días miércoles muy temprano por la mañana, el camión especial de la comuna, visita cada una de las casas ubicadas en el sector comprendido por las avenidas Sarmiento, Balloffet, Los Sauces y Casnati.
El Subsecretario de Obras Públicas de la comuna y responsable del programa, Enrique Ferraro, explicó que “tras los buenos resultados que tuvimos en el primer mes de la separación de plásticos, cartones y papeles en el barrio Unimev, en esta nueva etapa sumamos otras mil casas, por lo que ya estamos capacitando y entregando folletos y bolsas a los nuevos vecinos. El objetivo es ir expandiéndonos cada vez más y abarcar todo San Rafael”.
PUNTOS VERDES PARA LLEVAR BOTELLAS
Como un buen complemento, el municipio está instalando puntos verdes para que los vecinos dejen sus botellas plásticas o las que encuentren en calles o acequias. Ya funcionan tres en el barrio Unimev, precisamente en las escuelas Julio Argentino Roca, Islas Malvinas y José de San Martín.
Estas acciones se combinan con charlas y capacitaciones que organizan la Cruz Roja, el Observatorio del Reciclado (los más especializados sobre el tema en San Rafael), y el área de juventud de la Municipalidad, para que chicos y jóvenes se sumen con vocación y entusiasmo a la tarea de separar y reciclar.
En cuanto al destino de lo recolectado, el municipio firmó los primeros acuerdos para reutilizar los plásticos, cartones y papeles que separan los vecinos. Se destinarán al Hospital Garrahan, a una empresa que fabrica ladrillos plásticos, a otra que hace bancos para plazas, y el resto será comprado por una recicladora.