Una fiesta privada que organizaron un mayor de 20 años (que fue trasladado a la Comisaría 60) y un menor de edad, en un salón de El Toledano al 200, fue clausurada por personal de Inteligencia Criminal y Bromatología municipal.
Las entradas, que incluían canilla libre, se vendieron entre semana a través de las redes sociales, y hasta en el lugar se detectó la presencia de muchos menores de edad.
Botellas de fernet, cerveza y vodka, entre otras, fueron secuestradas por el juez subrogante Claudio Gil, quien ordenó la interrupción del baile y el desalojo de la propiedad.