Tras la renuncia de Carlos Aranda al ministerio de Seguridad de la Provincia, el gobernador puso en funciones a Leonardo Comperatore, quien hasta la fecha estuvo desempeñándose como director del Instituto Universitario de Seguridad Pública.
Aranda asistió al acto de asunción de Comperatore, quien subrayó que quiere «un Ministerio de Seguridad puertas abiertas con un equipo de trabajo donde algunos trabajan de azul y otros de traje y siempre pensando en todos los mendocinos«.
Además, el flamante ministro destacó la licitación de 600 nuevas cámaras de seguridad y patrulleros con equipamiento de ultima generación, y anunció la creación de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, que tendrá participación de los Ministerios de Seguridad y Salud, la Secretaría de Transporte, la DGE y los municipios.
Con respecto a la lucha contra el narcotráfico, Comperatore dio a conocer que se crearán oficinas en todos los puntos fronterizos de la provincia con personal y equipamiento «para darle pelea al flagelo de la droga».
Por último, el funcionario pidió conciencia en el uso del sistema 911 porque «cada llamado en broma puede poner en riesgo la vida de una persona que verdaderamente lo necesita«.
CRÓNICA DE UN FINAL ANUNCIADO
Vale decir que el gobernador ya le había pedido la cabeza a Aranda, para que a fin de año deje la función, pero tras el conflicto policial decidió dejar el cargo 15 días antes.
LO QUE VIENE
Todo indica que el cambio es una cuestión de forma, y no de fondo.
Aranda llevaba ya 4 años en el cargo, pues estuvo al frente del ministerio los últimos dos años de Jaque.
Si bien es cierto que nutrió a la policía de más recursos (con más presupuesto), los delincuentes -durante su gestión- siguieron entrando por una puerta y saliendo por las misma luego de completar un mero trámite administrativo en las comisarías.
No propuso un cambio de fondo en el Código de Procedimiento Penal, no contribuyó a echar a los jueces «sacapresos», y tampoco trabajó con idoneidad en las penitenciarías, que siguen siendo una fábrica de potenciar el instinto criminal de quienes ingresan.
Si Paco Pérez es consecuente con la línea del gobierno nacional, es lógico que el tema inseguridad le preocupe poco y nada, como a Cristina Fernandez.