Una película de terror vivió el tatuador de 41 años que ayer en la noche se encontraba trabajando en su local de la primera cuadra de calle Gutiérrez, junto a su hijo.
Tres encapuchados irrumpieron en el negocio, y a punta de pistola le robaron un monitor de 24 pulgadas, la impresora y tres máquinas de tatuar, las herramientas de trabajo del artista.
También le llevaron su celular, 5 camperas y 4 pantalones.