Este año se van a cumplir ocho, en que el predio de media hectárea, de calle Cnel. Suárez (entre Avellaneda y Godoy Cruz), dejó de ser terminal de ómnibus.
El edificio fue demolido en parte, donde eran las boleterías, y desde hace unos meses el Ejecutivo Municipal desalojó los locales que dan a la vereda de Cnel. Suárez, los que ya fueron vandalizados.
La única utilidad que tiene el terreno es la oficina y estacionamiento de los vehículos de Defensa Civil, por Avellaneda; y por calle Godoy Cruz una playa de estacionamiento que fue cedida en comodato a Feyes.
La vereda de Cnel. Suárez, se transformó de por sí en una mini terminal, donde la gente -en especial de distritos- espera el ómnibus en condiciones nada confortables, y con un espectáculo visual tristísimo, como apreciamos en las fotos tomadas por el vecino Federico Sosa.
NUEVO DESTINO
El intendente Emir Félix tiene bien en claro que en el lugar hay que construir cocheras subterráneas, oficinas y locales comerciales.
Pero por el año 2012, la presión de un grupo de activistas, que pretenden que en el lugar se construya un centro cultural, hizo que el jefe comunal le pusiera paños fríos a su intención de conseguir capitales privados para materializar el centro comercial.
En cuanto al Centro Cultural, ya está pensado para el terreno de también media hectárea que el municipio compró, junto a la Facultad Nacional de Cuyo, en Av. San Martín y Alsina, y cuya construcción viene muuuuuuy demorada, ya que en septiembre de 2016 fue el anuncio.
Luego Félix se puso a trabajar con la Cámara de Comercio para un proyecto en conjunto, que establezca también una manera de financiarlo, pero de esto ya pasaron dos años.
En octubre de 2018, el concejal Francisco Mondotte fue más lejos, y junto a dos arquitectos elaboró toda una maqueta virtual a modo de proyecto, que hasta presentó oficialmente en el Centro de Congresos; pero nada, «ni bola» le dieron.
Lo cierto es que ésta es la peor cara del centro sanrafaelino, y que ya no puede demorar más su «lavado».
Esperemos que éste sea el año de instalar su «ladrillo fundacional».