Una ambulancia del CEO debió desembarcar frente a una casa de calle Bernardo de Irigoyen al 800, donde una mujer de 29 años intentó quitarse la vida.
La médica del móvil sanitario pudo saber que la joven ingirió varias pastillas y gotas, y era tal el grado de alteración que presentaba la paciente que se le hizo posible poder asistirla y trasladarla al nosocomio.
El padre de la mujer ofició de intermediario, y le explicó a la doctora que su hija tiene depresión y está bajo tratamiento psiquiátrico.
En definitiva, la ambulancia se retiró sin poder atender a la irascible joven.