Una mujer de 36 años con domicilio en calle El Pedregal debió dejar su casa, ya que su vecino colindante, conocido como «el Camerún» Ureta la amenazó en reiteradas oportunidades, diciéndole textualmente que «la iba hacer cagar», y que sabía a que hora entraban y salían sus hijos de la escuela.
Pasados unos días en que dejó la propiedad sola, y con las correspondientes medidas de seguridad, otro ex vecino le avisa que la vivienda había sido incendiada, por lo que apersonó en el lugar y observó que al menos un ambiente había sido afectado por las llamas.
Es por ello que la mujer realizó la denuncia responsabilizando al «Camerún» del hecho.