Una situación dramática se vivió ayer a la noche en un domicilio de calle San Juan Bosco al 400, cuando un sujeto de 28 años le propinó una paliza a su propia madre.
Al parecer, el joven estaba ebrio cuando su progenitora de 50 años le pidió que dejara de tomar. Esto despertó la ira del muchacho, quien comenzó a propinarle golpes de puño, hasta que la víctima logró zafarse y salir corriendo hasta la vereda, donde a los gritos pidió auxilio.
Sin piedad, su hijo continuó golpeándola en la calle, hasta que un vecino intervino y salvó a la mujer de más golpes.
El joven se dio a la fuga, en tanto una ambulancia del SEC se hizo presente en el lugar para trasladar a la mujer al Hospital Schestakow, pues presentaba traumatismos varios y escoriaciones múltiples (imagen ilustrativa).