Estacionar en doble fila: Crónica de un accidente que pudo terminar en tragedia

Para cientos de conductores ir a buscar a sus hijos a la escuela, estacionar en doble fila, y esperar que el niño salga, es como un acto de una viveza criolla, aunque en realidad es un delito vial.
No le importa a ese conductor que está violando la ley de tránsito, o que gracias a su «comodidad» entorpece la circulación de los vehículos, y le produce demoras a otros ciudadanos.

UN CASO CASI TRAGICO
Lo que mostramos hoy es un valor agregado a lo que explicamos, y ocurrió la semana pasada en calle Olascoaga, frente a la escuela Díaz.

En horas de la tarde, había una larga cola de vehículos estacionados en doble fila, y otros hasta estacionados sobre la vereda, a la espera que los chicos salieran.
Debido a esto, el chofer de un camión municipal debió pasar por el carril rápido (izquierdo), bien pegado al cordón, topándose su caja con enormes ramas.
La consecuencia fue que su paso hizo desprender varias ramas que estaban secas, las cuales cayeron sobre la calle y la vereda.

Por fortuna ninguna criatura pasaba por la acera en ese momento, porque le hubiera caído encima.
El que sufrió las consecuencias fue un Peugeot, pésimamente estacionado en la vereda. El vehículo terminó con la rotura de la luneta; pero si la rama caía sobre una persona le rompía la cabeza.
Lo que nos preguntamos es ¿qué impide a esta gente buscar un estacionamiento en la zona, hacerlo correctamente y caminar hasta la escuela?
Quizás piensan que les saldrá una hernia, a ellos y sus hijos.

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