Cuando creímos haberlo visto todo, siempre hay algo que nos sorprende y nos recuerda que la estupidez humana no tiene límites.
El domingo pasado, en horas de la noche, el conductor de un Peugeot 307 se encontró con el portón del autódromo del ASA abierto, situación que lo tentó a ingresar con su vehículo.
El joven iba acompañado de su novia, y cumplió su «sueño» de jugar a ser un piloto de carreras, acelerando sobre la pista, hasta que en la tercera curva perdió el dominio del coche y volcó.
Fue una pareja de policías que advirtió la presencia de un auto volcado, cuando patrullaba por Las Vírgenes.
En conclusión, la pareja fue trasladada al Htal. Schestakow, donde fue atendida por traumatismos varios, aunque fue el conductor quien sufrió las peores lesiones.