Ayer el fiscal Javier Giaroli, a cargo de la investigación del caso, indicó que a solicitud de uno de los imputados, de brindar información sobre el sitio en el que se hallaba el cuerpo de la víctima, se presentó a las 15 horas en la Penitenciaría de San Rafael, donde aquel declaró y manifestó tener profundo cargo de conciencia por lo ocurrido, por lo que quiso colaborar para que los familiares de la víctima recuperaran a su papá, y poder así enterrarlo.
A partir de allí, el implicado dio indicaciones a la Justicia sobre el sitio en el que se encontraba el cuerpo de Aguilar. Como era un lugar muy inhóspito en la zona cercana a la mina Sierra Pintada y dique Los Reyunos, con la autorización del director de la Penitenciaría y con fuerte custodia, el imputado fue trasladado con una comitiva integrada por efectivos de la Policía Científica y profesionales del Cuerpo Médico Forense.
Al sitio se accedió luego de recorrer varios kilómetros por una huella muy complicada, con predominio de piedra laja. Al llegar al sitio, el imputado pidió que se removiera un montículo de piedras que estaban colocadas allí. Al quitarlas, se pudo dar con el cuerpo.
Si bien aún resta realizar análisis de ADN para su identificación dactiloscópica, el fiscal sostuvo que no queda ninguna duda de que el mismo se trata del señor Héctor Dionisio Aguilar. Esto es porque aún es muy visible una cicatriz en el costado derecho de su cadera, producto de una prótesis que tenía Aguilar, y por los implantes dentales.
También se confirmó que la víctima tenía la misma ropa con que lo describió su hijo al denunciar el paradero, además de tener aún colocados con una tirilla unos anteojos.
También se cotejó que a la víctima le faltaba un cristal y que este se corresponde con el cristal hallado en el interior del auto que era de su propiedad y que fue robado y usado por los imputados luego de asesinarlo.
La altura, el peso y la edad de la víctima también coinciden con los rasgos del cuerpo hallado durante esta jornada. Si bien han transcurrido 25 días desde la fecha de muerte, las muy bajas temperaturas hicieron que el cuerpo se conservara, y eso hizo que Policía Científica y el Cuerpo Médico Forense pudieran trabajar con normalidad.
Frente a esta novedad, la primera determinación consistió en informar a la familia de Aguilar sobre los detalles constatados hasta el momento.