Durante buena parte del día, en calle Tropero Sosa al 400, los vecinos se tuvieron que «fumar» la música a todo volumen que colocaron dos hermanos de apellido Medina.
Luego de embriagarse hasta más no poder se pelearon, uno enseñando un arma de fuego y el otro un cuchillo.
Hasta el lugar llegó la policía que, lógicamente, fue recibida a piedrazos.
Uno de los jóvenes terminó detenido, mientras que el otro con la cumbia bien fuerte sobre la vereda, como si nada hubiera pasado.