Una para la transformación de la pista de aterrizaje ($1.200 millones); otra para la ampliación del edificio del aeródromo ($1.800 millones); y una tercera para el mantenimiento del predio.
Los oferentes tendrán tiempo hasta el 20 de septiembre, día en que se abrirán los sobres.
Luego se procederá al estudio de las ofertas, y los trabajos se iniciarían antes de fin de año.
El dinero saldrá de los fondos fiduciarios perteneciente al fideicomiso de fortalecimiento del sistema nacional de aeropuertos.
Esta obra es -quizás- la más importante en materia de inversión en el departamento, superando al gasoducto en unos mil millones.