Los oficiales Eduardo Algaba, Sergio Narvaez y Marcelo Calipo fueron ascendidos ayer al cargo máximo de la Policía de Mendoza, que es el de Comisario General.
Ambos recibieron el bastón de mando correspondiente, en manos del gobernador de la provincia, Alfredo Cornejo, y del ministro de Seguridad
Gianni Venier.
El acto, donde también estuvo presente el jefe de Gabinete de la cartera, Hugo Sánchez, y el director general de Policías, Roberto Munives, se realizó en el Salón Patricias de la Casa de Gobierno.
“Estamos orgullosos del proceso que hemos liderado, pero también de todo el proceso de reconfiguración de la Policía de Mendoza”, dijo Alfredo Cornejo, y agregó: “Hoy hay un reconocimiento a la Policía que no existía al principio de mi gestión”.
En total fueron 12 los efectivos policiales premiados, entre ellos la primera mujer que llegó a la máxima jerarquía policial, Cecilia Argones, quien se ha desempeñado en dependencias como comisarías, bomberos, licencia de conducir y sanidad policial, entre otros destinos.
27 AÑOS DE ACTIVIDAD
Al comienzo de la gestión, diciembre de 2015, había 45 comisarios generales en actividad. Pero este gobierno realizó una reforma a ley que regula la función policial y determinó que para llegar a comisario general hay que tener 27 años de actividad y al menos tres años en el grado anterior, comisario inspector.
De la nómina de los comisarios generales premiados, once se encuentran en actividad y dos retirados: Roberto Aguilera, Eduardo Algaba, Fabián Becerra, Marcelo Calipo, Roberto Favaro, Ernesto Gómez, Saúl Molina, Marcelo Morales, Sergio Narváez, Cecilia Argones, Nidia Ríos, Marcelo Giacomelli y Luis Squif.
El bastón de mando es entregado como símbolo de la mayor jerarquía adquirida en la Policía y representa liderazgo, conducción y mando.