Comenzó el juicio al bailarín de tango Sergio Sosa, quien se encuentra detenido en la penitenciaría local desde principios del 2013.
Los jueces de la Primera Cámara del Crimen, Rodolfo Luque, Julio Bittar y Ariel Hernández, están a cargo del debate, cuyo fiscal es el Dr. Norberto Jamsech, que mantiene la acusación de «femicidio en grado de tentativa», que prevé una pena de hasta 15 años de prisión, una figura prácticamente nueva en el Código Penal que, precisamente, es la primera vez que se aplica en la provincia.
En la apertura de las audiencias, el pasado martes, Sosa se abstuvo a declarar, aunque lo hará antes de la lectura de la sentencia.
Quien ya prestó testimonio ayer fue Laura Girala, la ex pareja del bailarín, quien fue salvajemente golpeada por el imputado el 30 de diciembre de 2012, a pocos segundos de ingresar a su casa de Carlos Washington Lencinas al 1000.
Para perpetrar la golpiza, Sosa utilizó un palo de leño, lo que le provocó a Girala lesiones muy visibles en el rostro, imagen que dio la vuelta al país, ya que la víctima la subió a su muro de Facebook horas después del ataque.
Afortunadamente los golpes no provocaron fracturas ni lesiones internas, aunque -según la víctima- lo peor del caso fue el estado psicológico en que quedó.
La defensa del acusado sostuvo que si bien el hombre efectuó las lesiones contra Girala, no tuvo intención de matar, y desafió al fiscal y la parte querellante a que prueben tal acusación.
También los abogados de Sosa, Rufino Troyano y Ariel Lisardes, explicaron la situación de crisis por la que atravesaba su defendido por el problema de salud de su madre, que murió una semana después del hecho.