A continuación, el artículo que publicara el suplemento «Historias, personajes y leyendas de San Rafael», que salía con SEMANARIO DEPARTAMENTAL, más concretamente el 24 de mayo del 2012.
LORENZO RUIZ, EL ÚLTIMO GRAN PERSONAJE BIZARRO LOCAL
Uno de los personajes más bizarros de la actualidad sanrafaelina, que seguramente quedará en el inconsciente colectivo de la comunidad, es Lorenzo Fermin Ruiz; o «el Lorenzo», como se lo conoce comúnmente.
Nació el 15 de noviembre de 1954, en el distrito de la Villa 25 de Mayo.
A los 5 o 6 años su madre lo abandonó, no así su padre Eduardo (de nacionalidad española), quien con mucho esfuerzo se hizo cargo de su educación.
«Mi papá me decía dos veces las cosas, y si no entendía después venía con el chicote», recuerda.
Con mucho dolor Lorenzo nos contó que su mamá tenía problemas psicológicos, a tal punto que hizo gestiones ante la Dirección de Menores para que lo saquen del cobijo de su papá y lo internen en un hogar infantil.
«Me acuerdo que me mandó a la escuela, y siempre lo acompañaba a su trabajo, donde llevaba el cuaderno de clases -dijo Lorenzo emocionado, y prosiguió- Mi papá trabajaba en fincas, y en el horno de ladrillos de Julio Sama»
EDUCACIÓN Y PRIMEROS TRABAJOS
Nuestro personaje sólo llegó hasta 5to grado de la primaria, y cuando cumplió 17 años se fue a Buenos Aires, y posteriormente a San Juan, donde realizaba changas.
«A los 17 me fui solo a Buenos Aires, y después a San Juan… vivía de changarín, y bajaba valijas de los taxis«, nos contó Lorenzo, quien recuerda que un 22 de diciembre, tras ahorrar un mes entero, volvió a San Rafael para pasar la navidad con su papá. «Compré un chivo y una sidra, y una camisa y un pantalón para mi papá«.
LA MUERTE DE SU PADRE
En el año 1982 el Sr. Ruíz falleció de un cáncer de esófago, un dolor que su hijo aún tiene fresco en su corazón.
Nuestro personaje nunca se enamoró (al menos eso es lo que nos dijo) y es afiliado al Partido Demócrata. «Antes estaba con Menem, pero cuando empezó a hacer unas macanitas me pasé al PD«, señala.
Sostiene que en la calle todo el mundo lo saluda. Nos explicó que desde hace años anda en su mítico triciclo, pues nunca pudo aprender a andar en bicicleta.
LOS ÚLTIMOS AÑOS
Al día de hoy está viviendo en una pensión de Av. Iselín al 400, que puede pagar gracias a una ayuda de PAMI, ya que sus únicos ingresos provienen de una pensión no contributiva, más alguna que otra changa que realiza a conocidos.
«Desde hace un tiempo que no estoy internado… pero tengo tratamiento permanente por una ulcera en las piernas. Me tengo que poner pomadas y hacer curaciones siempre«, nos reveló respecto a su salud.
Lorenzo vendió lápices, golosinas, diarios, revistas y hasta ha lustrado zapatos, y nos confió también que hasta pidió su autoexclusión en el casino, ya que hubo un momento en su vida donde fue seducido por las luces y los ruidos de los tragamonedas.
Vale decir que el compositor Pedro Quiroga le hizo una canción, titulada «Lorenzo va, Lorenzo viene»…
En cuanto a que espera de su futuro, fue contundente: «Seguir con la gente, y que Dios me de salud y mejore de mi pierna… así que a darle para adelante hasta que diga Dios Lorenzo, hasta aquí llegaste«.
La entrevista llegó a su fin, y en el medio varios lagrimones se le escaparon a este hombre maduro, de grueso bigote, baja estatura y anteojos de cristal grueso, tipo culo de botella.