Once de la mañana, en plena vereda oeste de calle Gral. Paz, a metros de la Rotonda de la Bandera:
Un indigente se puso de cuclillas a la vista de decenas de personas que caminaban por el lugar y comenzó a hacer sus necesidades fisiológicas.
Tres minutos después, tomó papel de diario, se limpió, se subió el pantalón y luego siguió su camino como si nada.
Un cronista de HOY SAN RAFAEL tomó un par de fotos desde la vereda de enfrente, incrédulo de lo que estaba viendo, al igual que los automovilistas que circulaban en dicha calle.
Al parecer, el hombre es uno de los cirujas que viven detrás de la ex estación del ferrocarril.
Toda una «poesía» para los ojos de los transeúntes.