Hoy fue el último día de trabajo de Irineo Parra, el gerente de la sucursal San Rafael de tiendas Galver.
Es el empleado de comercio más antiguo del departamento, y posiblemente de la provincia, ya que cumplió más de 50 años trabajando para la misma empresa; y de ese medio siglo, 38 años fue gerente del local sanrafaelino.
Dicho récord ameritó que el Secretario General de la Unión Empleados de Comercio, Luis Lucchesi, le entregara días atrás un reconocimiento por su trayectoria en el comercio (foto).
HISTORIA DE VIDA
Con tan solo 19 años, «Nelo» Parra Giménez ingresó a trabajar como empleado en Tiendas Galver, dedicadas a la venta de indumentaria y calzado, que en San Rafael se instaló allá por el año 1962 en el actual y mítico edificio de Av. Mitre y San Martín.
Fue el primero de febrero de 1966 cuando «Nelo» pasó a formar parte del plantel de la empresa.
Comenzó como vendedor de día, y al cierre del comercio debía hacer la limpieza, con lampazo en mano, de las baldosas de la sucursal. Es decir, arrancó bien de abajo.
Allí conoció a otra empleada, del sector zapatería, Isabel, la que se transformaría más adelante en su esposa, madre de sus dos hijas, e incondicional compañera de vida.
8 AÑOS DE TRASLADOS
En 1970 García Reguera S.A. decidió que Parra fuera trasladado a la provincia de Salta.
Dos años después fue nuevamente reubicado, primeramente a Los Toldos, y después a Cañada de Gómez (Pcia. de Buenos Aires), donde se casó con Isabel.
Ya en Cañada de Gómez fue nombrado sub-gerente de la sucursal, y en 1974 se decidió otra vez su traslado a Salta, con el mismo cargo.
A los 25 días de su estadía en la provincia norteña, nació su primera hija, Karina.
En 1976 dejó Salta, para hacerse cargo de la sucursal bonaerense 9 de Julio, pero ya como gerente. En dicha localidad nació Pamela, su segunda hija.
En 1977 fue «confinado» a Santa Rosa (La Pampa), y ya en 1978 se hizo cargo de la gerencia de la sucursal San Rafael; es decir, acaba de cumplir 50 años como empleado de Galver, y 38 años como gerente de la sucursal sanrafaelina, lo que representa un ostentoso récord, que será prácticamente imposible de igualar en la historia del comercio local.
Además, entre medio de 1966 y 2016, vivió un sinfín de anécdotas, que hoy son lejanos recuerdos, entre ellos andar corriendo a mecheras por la calle.