Desde el martes pasado se encuentra cortado el Atuel desde la represa Valle Grande, por lo cual los visitantes no pueden disfrutar de las actividades de río.
“Llegan a San Rafael a cumplir su sueño de sentarse a la orilla a tomar algo, sacarse fotos o hacer rafting, y se encuentran con que el río no tiene agua. Así que muchos turistas se vuelven”, nos refirieron varios prestadores turísticos.
De más está decir que la crisis hídrica continúa, y una muestra de ello es que el dique está en un 30% de su capacidad (ahora sube dos metros diarios), y que ante copiosas lluvias como las vividas en los últimos días, Irrigación tomó la decisión de suspender el riego.
El organismo no ha dado a conocer cuando largará nuevamente el agua, pero no sería antes del lunes, aunque se desconoce con que caudal, ya que vale decir que para hacer rafting se necesitan no menos de 20 metros cúbicos.
Turistas que reservaron cabañas en la zona por 4 o 5 noches decidieron irse al segundo o tercer día, y *otros están suspendiendo las reservas, enterados que no podrán hacer actividades de río.
Esto genera un fuerte impacto negativo en los prestadores turísticos, sumado a la merma del 50% de clientes respecto a años anteriores en temporada.