La solidaridad de una familia oriunda de Cañada Seca se hizo notar en uno de los momentos más dolorosos de sus vidas.
Producto de un accidente, mientras trabajaba en un horno de ladrillos, el Sr. José Apaza Leniz de 45 años terminó en el Htal. Schestakow con muerte cerebral.
A sabiendas del trágico final, sus parientes decidieron la donación de sus órganos.
Fue así que el martes llegó un avión del INCUCAI, que cargó los cinco órganos del donante; Corazón, páncreas, hígado, y los dos riñones.
Por estas horas, seguramente, ya esos órganos le están por dar calidad de vida a otras personas afectadas por distintos trastornos.