Alfredo Cornejo decidió no renovar la concesión del casino de Emilio Civit y Barcala, que fue adjudicado al empresario Cristóbal López en 1999, y que abriera sus puertas el 10 de marzo del año 2000 (antes que eso funcionaba en el lugar un anexo del Casino de Mendoza, sin máquinas tragamonedas).
Pero las sucesivas prórrogas que les dieron los gobiernos de Celso Jaque y Francisco Pérez llegan a su fin en el mes de octubre, y como ya manifestó el gobernador en varias oportunidades, pretende erradicar en la medida de lo posible el juego en Mendoza, por lo tanto no volverá a llamar a licitación para la explotación del edificio, al que seguramente se le dará otro destino.
80 EMPLEOS
La pregunta es ¿qué ocurrirá con los 80 trabajadores de Casino Club?, entre ellos crupier, cajeros, mozas, cocineros, administrativos, seguridad, etc.
Según el contrato, deben indemnizarlos tal como establece la ley, pero ¿dónde conseguirán empleo muchos de ellos que ya superan los 45 años?
Se sabe que la empresa les ofrecerá traslado a otras ciudades donde tienen casinos, pero la gran mayoría no aceptarán el desarraigo, y desecharán la propuesta.
También estaría la posibilidad que el Tower absorba algunos puestos, y que lo propio haga el Instituto Provincial de Juegos y Casinos.
REUNIÓN
Ayer en la mañana, en La Casa del Maestro, los empleados se reunieron con legisladores provinciales y concejales, que escucharon sus inquietudes.
Si bien las autoridades no se comprometieron a nada, porque la decisión de Cornejo sería irreversible, manifestaron preocupación en que conserven los puestos de trabajo, por lo que estudiarán las gestiones a hacer.