En Lavalle e Hto. Yrigoyen, tras maniobrar el estacionamiento hablando por celular (y dejarlo a medio metro del cordón), una mujer de unos 30 años se dirigió a la panadería Le Boulanger, estuvo un rato en la vereda terminando la conversación, entró al comercio, compró y volvió hacia su auto, para finalmente arrancar y dejar despejada la senda peatonal.
Unos diez minutos interrumpió el paso este Renault Clío, patente NCF 241. Incluso, una mamá con el cochecito de bebé debió subir a la vereda con mucha incomodidad, porque no pudo utilizar la rampa. A Dios gracias, que en ese momento no se trasladaba una persona en silla de ruedas.
«La ley es para los demás, yo necesitaba el pancito y rápido», habrá pensado esta delincuente vial, hoy sábado a las 13:30, cuando cometió la infracción.
En tanto, otros preferimos dar vueltas y vueltas para encontrar estacionamiento, o caminar varios cientos de metros para NO JODERLE LA VIDA A NADIE.