Más de dos metros de alto tiene este ejemplar que echó raíces dentro de las canaletas del desague de la Dirección de Cultura de la Municipalidad.
Primero parecía un simpático yuyo, pero después el tallo se transformó en tronco, y hoy día hasta cierto riesgo edilicio representa la existencia de este eucalipto, que ya cumplió los dos años de vida.
Obvio que esto fue posible gracias a la falta de mantenimiento del personal encargado del anfiteatro.