Tras las críticas que recibiera el municipio por parte de una minoría de ambientalistas, un nutrido grupo de vecinos de la Villa 25 de Mayo agradeció al personal de Espacios Verdes el histórico operativo de poda que se está ejecutando en la zona.
Varias planillas completas de firmas circulan en el distrito, pidiendo que continúe el desramado de los ancestrales carolinos. El objetivo prioritario es evitar accidentes con caídas de ramas.
El Director del área, Juan Gasman, señaló que “la poda es un plan de trabajo que se puso en marcha hace tres años y que no lo vamos a detener. Acá se trabaja para el frentista; desramamos aquellos árboles que cumplieron su ciclo y tienen sus ramas inclinadas sobre las viviendas”. El funcionario recordó que “los trabajos se realizan en conjunto con profesionales de Recursos Naturales de la provincia de Mendoza y Defensa Civil”. El relevamiento hecho por especialistas autoriza la poda de unos 250 árboles en el lugar.
Por unanimidad, los vecinos alentaron las tareas porque, según afirmaron, “son muy necesarias teniendo en cuenta el peligro que representan las grandes ramas de muchos carolinos para nuestras viviendas y los chicos del distrito”.
Los grandes troncos son destinados al aserradero municipal y la denominada “leña fina” es repartida entre los residentes de la zona.
En próximos días, el delegado municipal recibirá nuevos forestales que remplazarán a los ancestrales carolinos que cumplieron su ciclo de vida.
Muchos vecinos opinaron sobre las intervenciones en el arbolado público.
María Soledad Santander: “La poda debe seguir porque hay mucho peligro de que caiga una rama. Yo tengo hijos pequeños y cuando hay mucho viento no los dejo salir, tengo miedo que una rama le caiga encima o sobre la casa. Son históricos, pero representan un peligro”.
María Angélica Álvarez: “Cuando corre el viento se caen las ramas. Son árboles añosos, y hay varios que están secos; las personas que quieren que se pare la poda no viven acá en la Villa y no entienden el peligro que significa dejar todo como está”.
Víctor Gómez: “Una vez estaba sentado en el patio, vino un viento y se cayó una rama grande en mi casa. Necesitamos que los árboles se poden”.
Padre Juan Pablo Sánchez: “La poda es necesaria. Yo mismo fui a pedir que quitaran ramas sobre la casa parroquial, porque los árboles hay que cuidarlos y mantenerlos. Me parece muy bien que se haga un trabajo que respete el arbolado. Había ejemplares que estaban podridos por dentro”.
Eliana Santander: “Yo fui víctima de una rama que cayó en casa hace unos diez años, y provocó daños. Además mi familia tuvo golpes. Es necesaria esta poda, porque a otra vivienda le puede pasar lo mismo que a la mía”.
Matías Gómez: “Nunca se había hecho un operativo como este y hacía mucha falta; los de afuera tienen que respetar las necesidades de los que vivimos en la Villa 25 de Mayo”