En pleno verano los chicos tienen que sufrir más de 33º de calor en las aulas, que no tienen ni un mísero ventilador.
En la imagen se puede ver un aula de la escuela Ignacio Molina, que no solo no posee ventilador, sino donde las ventanas están rotas, y para poder ventilar un poco se debe colocar una silla que la mantenga abierta.